Dicen que en el fútbol en general, cuando un futbolista no tiene grandes actuaciones con una determinada camiseta, genera en su público un cierto rechazo masivo. Sin embargo, el caso de Facundo Luis Villalba no coincide para nada con esta premisa. Porque a pesar de que se trató de un jugador surgido de la cantera Riverplatense, "Luigi" (como así lo apodaban), con el pasar de los años, no resultó alguien antipático para la historia del club.
Oriundo del barrio de Dock Sud, Villalba debutó en la primera de River en el año 1992. En aquella oportunidad, el equipo millonario transitaba un exitoso proceso futbolístico, con figuras surgidas de sus inferiores como: Crespo, Ortega y Gallardo. Fue por eso que, quizás, a Luigi le costó competir por un lugar como delantero entre los once y, de esta forma, terminó por obtener un puesto de calienta bancos muy cerquita del entrenador de turno en River, Daniel Alberto Pasarella.
A pesar de esto, a Facundo le depararía un capítulo muy importante en su rara carrera como profesional. Ya que, en el año 1997, en el mismo torneo en el que River se consagró como bicampeón del Fútbol Argentino, Villaba tuvo una tarde más que memorable. Fue en aquel partido frente a Boca Juniors, en donde Villalba marcó un gol memorable, que le posibilitó a River descontar en un encuentro que perdía por 3 a 0. Luego, el gol de Celso Ayala empataría el partido 3 a 3 en una tarde que se vistió de hazaña millonaria.
Debido a que no tenía el espacio y tiempo necesario para mostrarse en River, fue transferido al Atlas de México. Allí se encontró con el entrenador argentino Ricardo La Volpe y a otros compatriotas como: Pablo, Lavallén, Rodolfo García y Darío Franco.
Pero a mitad del año 1998, a Villalba le tacaría conformar otro plantel de un equipo grande de la Argentina; Rcing Club de Avellaneda. Entre actuaciones pálidas y regulares, el delantero marcó un gol que todavía se recuerda a Corinthias de Brasil, por la Copa Mercosur de aquel año. Sin embargo, una leión lo marginaría por tiempo de las canchas y fue en ese entonces donde decidió tomar un nuevo rumbo en su carrera, una vez recuperado de dicha lesión, ya que al retornar nuevamente perdió el puesto.
La carrera de Luigi continuó por pasos fugaces en San Martín de Mendoza, Arsenal, Belgrano de Córdoba, Defensa y Justicia y finalmente en Dock Sud. Donde había prometido, ya convertido en un profesional futbolístico, que terminaría su carrera ahí.
De esta forma el delantero puso punto final a una carrera, que pese a tener varios grises, fue recordada por goles trascendentes a equipos como Boca en un clásico y a Corinthias en un partido de Copa. Aunque claro, a los hinchas no les alcanzó.
Está muy bien
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